Cuando hablamos de Catarsis, pensamos en diferentes significados. En literatura, hablamos de purificación y libertad. El psicoanálisis nos habla de la terapia para desbloquear recuerdos y en la medicina nos cuentan cómo espontáneamente liberamos sustancias nocivas de nuestro cuerpo. Una noche, pensando en todo esto, llegó la idea. Quería salir de mi zona de confort y retarme a mí mismo. Quería buscar una historia romántica con la que cualquiera pudiera identificarse. Una historia que te hiciera analizar, te obligara a ponerte en los zapatos de los protagonistas y quizás evitar que pases por algo similar.

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La idea comenzó. Era momento de crear nuevos personajes y debía alejarlos de todos los demás. Necesitaba a una chica. Analicé a varias amigas. Busqué qué me llamaba la atención, qué las hacía diferentes y cómo podía mezclar esas personalidades hasta crear una. Uní la seguridad de una, con la antipatía y el cariño oculto de otras. De esta forma nació Sam. Una mujer tan segura que en la intimidad explota mostrando su verdadero ser.

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Continuamos con Owen. Un escritor independiente que gusta de mirar la vida desde un punto de vista filosófico. Un hombre que nos llevará a su mundo para que podamos entender cómo él ve todo a su alrededor. Aunque introvertido, existen dos lugares donde saca todo su verdadero ser: sus historias y en la intimidad de su relación.

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Con mis dos nuevos protagonistas en la tierra, faltaba uno más, uno que llegara a poner equilibrio a todo. Para ella, pensé en la chica inteligente. La chica que, aunque su belleza intimida, sientes que algo mucho más fuerte te atrae hacia ella, sientes como esas energías no te dejan despegarle el ojo. A decir verdad, fue el personaje más sencillo, ya llevaba años soñando con ella.

Con las tres piezas listas, el juego iba a comenzar, solo faltaba el tablero. A diferencia de Torbellino de Alas o Puerto Rico Año Cero, no quería establecer un lugar en específico. Quería algún pueblo que pudiera ser cualquiera en el mundo. Un lugar con restaurantes, bares, teatros, lugares típicos para pasar el rato. Un pueblo como cualquier otro, una historia que puede suceder donde sea.

Como es mi estilo, siempre debe haber un antagonista. Catarsis no es la excepción. Al contrario de Torbellino de Alas, donde tenemos al Puppeteer y sus puppets, aquí necesitábamos a uno mucho más fuerte. A un villano que siempre ha estado detrás de nosotros y lamentablemente, o afortunadamente, nadie ha podido derrotar. Un villano tan poderoso que es omnisciente y omnipotente: el tiempo.

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Por último, desde que comencé a escribir, quería que todos mis libros compartieran universos, aunque no fueran del mismo estilo. Lanzándome directamente en este nuevo hoyo, deseé jugar con una idea que había visto en diferentes libros y me gustaba para mi universo. Entre páginas oculté líneas que pueden hacer que el lector conecte con alguna de mis otras historias. Quiero que cada uno de mis libros sea como las personas mismas, cada cual tiene su historia y su identidad, pero todos vivimos en el mismo mundo.

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Con todo esto dicho, te invito a entrar en esta Catarsis. Sam y Owen te esperan.